Aprobada

...hoy ha sido un día especial.
Fué como dar el exámen final y obtener el título con el cual me tendré que defender en mi vida.

Lamentablemente lo he puesto de ejemplo, ojalá hoy hubiese obtenido un título...,- quizás algún día estudie -..., pero hoy tuve que presentar en un organismo estatal una documentación que me ha llevado 6 meses juntarla de otras reparticiones estatales.

Seis meses tratando con empleados ineptos, malhumorados, de esos que gritan tu número y mientras llegas al escritorio miraron 3 veces el reloj. Empleados que interrumpen tu explicación de tu situación para "ordenar" lo que van a pedir para el almuerzo. Empleados que me han dicho:"esa moratoria es hasta el 2012, hasta entonces no puede obtener la pensión".Empleados que para sacarte de ahi porque molestas....te re-envían a otra y te hacen pedir un formulario que no existe.
Los días y los meses fueron pasando, todo fue pasando menos la impotencia...
...esos mismos empleados me vieron llorar de impotencia frente a un mostrador, cansada y agotada de pelear con molinos de viento. Solo cuando me vieron los ojos con lágrimas y que no podía pronunciar una sola palabra por el ahogo del llanto..., recien ahi me trataron como a una persona.
Si.
Escribí bien.
Como a una persona.
Salía de esos edificios gigantescos sin soluciones y con horribles respuestas.
Cada vez que salía me preguntaba por qué las leyes están tan mal hechas aquí!!! Por qué tengo que pelear por un derecho,...ya no sabía si peleaba con un empleado, con el jefe o con el sistema. Probablemente hasta hoy, estuve peleándole al sistema, siempre me llevé mal con él,... toda la vida.

Trámites iniciados en una ciudad y tocaba presentarlos en otra , pues el tiempo pasó y yo ya no vivo en el mismo sitio.

Hoy era la cita, hoy era el exámen...

Escucho mi apellido, y mientras me dirijo al escritorio noto que me temblaban las manos, y jamás vi un escritorio tan lejos como el de hoy...

Me senté con miedo.

Escuchaba ese barullo donde hay un centenar de personas hablando; puse mis manos entre mis rodillas porque cada vez temblaban más.

La empleada de hoy miraba los papeles y cargaba su computadora con datos AL SISTEMA.

De pronto empieza a hacerme preguntas, busqué la hoja que contenía la respuesta entre todas esas hojas ...pero ya ni supe que buscaba....creí que me estaba rindiendo..., quería irme, no quería estar haciendo ese trámite; odié la situación en que estaba..., y el barullo cada vez más fuerte.
De pronto descubro esa hoja, ya ni recordaba que la tenía que tener ahí...,

"¿y cuantos años de aporte?? ¿¿y a qué edad falleció?? ¿¿cuando??
Y yo repondía en un hilo de voz, porque todas esas preguntas tenían sus respuestas en los papeles.

Ella se levanta y se dirige a otro escritorio, vienen las dos y buscan "no se qué" en el sistema..., había problemas.

El murmullo de la gente se iba alejando...como si yo ya no estuviera ahí.

Mis manos me dolían de tanto apretarlas, me di cuenta cuando me hizo firmar dos papeles.

Imprime una hoja y mientras me la entrega dijo: "en dos meses le llegará la orden a su domicilio".

¿ya está??? - le pregunté.

Ella, mirándome a los ojos me dijo:
-Sí....ya pasó.

Tal vez ella leyó más lo que decía mi cuerpo ahi, sentada en esa silla, ...que los papeles.

A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren, y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil. Seria eso, verdaderamente, ¿toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?

Ernesto Sábato